Nando Seras / El ojo de Gaia

Nombre: Nando Seras / El ojo de Gaia.
Keko: =laslo= (cualquiera de mis otros kekos también).
Naturaleza: Bromista.
Conducta: Pacifico.
Fecha de Nacimiento: 18/07/1993
Edad: 15.
Mide: 1’80.
Pesa: 45 K.
Atributos Físicos: Destreza: [4] Fuerza: [4] Resistencia: [5]
Atributos Sociales: Inteligencia: [4]. Apariencia: [4].
Fuerza de Voluntad: 7.
Meritos: Físicos: [5]. Mentales: [4].
Defectos: Aptitudes: [2]. Psíquicos: [1].
Transfondo: Influencia: [3] Nervios de Acero: [5]. Manada: [2]
Talentos: Alerta: [4]. Empatia: [2] Esquivar: [4] Intimidación: [3] Liderazgo: [2] Subterfugio: [4]
Posesiones: Prendas. Navaja de 5cm. Zapatos.

Tribu: Caminantes Silenciosos.
Auspicio: Ragabash.
Fetiches: Araucaria.
Raza: Lupus.
Rango: Cliath.
Estilo de Lucha: None.
Ritos Realizados: Rito de la Herida. Rito de Iniciación.

Cita: “No es posible ver a través de las cosas, es necesario quitar esa cosa para poder ver”.

Historia:


Fue hace 15 años y medio cuando nací… ¿Parece aburrido? Espera a ver lo que viene.
Fue en un anochecer, el sol se escondía en el horizonte. Mi madre (yo estaba en su vientre), empezó a sentir presencias extrañas mientras caminaba por uno de los tantos bosques por donde ella llegó a pasear. Estaba buscando fresas, uvas y esas frutas silvestres que son ácidas, pero muy ricas. Eran para ella misma y otras madres Garou y Parentela… Ella se detuvo para oír con detenimiento aquellas presencias extrañas, pues lo hizo, casi cae en una trampa, se altera y corre… de pronto ¡zas! Salen 5 tipos a por mi madre. Ella arrancó a correr, querían matarnos. Ella hizo lo que pudo, corrió y corrió. Se oyeron disparos, ¡eran cazadores!
Ella corrió y corrió hasta que no pudo más y tropezó con una roca que la hizo caer (por suerte se encontraba a unos 35m de la localización de su Tribu).
Otro disparo se escuchó, esta vez, se lo propinaron en la pata izquierda trasera. Soltó un aullido de dolor. Cuando los cazadores la pudieron ver y apuntaron a su torso, llegó una figura imponente y majestuosa. Una “bestia” (para los humanos) de alrededor de 4 metros se posó frente a los cazadores. Ellos quedaron pasmados, inmóviles, otro intentó huir, pero fue inútil. Como venganza, aquella “bestia”, mi padre los mató a todos en menos de una milésima de segundo (la rabia te hace correr realmente rápido).
Pues bien…. El estrés y la desesperación con el nivel de adrenalina que se desató en mi madre ese día, tal vez por eso, yo nací. Una noche estrellada y con una luna nueva.
Mi madre, casi en peligro de muerte por un parto no esperado y una herida de bala, se recuperó en unos instantes gracias a los menjurjes y pociones que le pusieron en su pata.
Celebraron mi nacimiento junto a la ascensión de mi padre.
A los 7 meses de haber nacido, pues… Mejor vayamos a una etapa más interesante.
Cuando cumplí los 7 años, sufrí mi primer cambio. Algo doloroso, pero pasó rápido.
Incluso antes de hacer mi primer cambio, siempre critiqué las cosas (por muy tontas que parezcan), pero no una crítica inútil. Una buena crítica constructiva y que ayudara a mejorar a lo que fuese que yo criticase.
Desde siempre, mi naturaleza no fue la de un luchador, pero mi padre insistía en que debería ser un grandioso peleador, siempre entrenándome, siempre perdiendo, aún así mi padre nunca perdía las esperanzas. Por tantos golpes que llevé que desarrollé una capacidad física inaudita para alguien con esta edad.
Jamás me gustaron las peleas solo cuando fuera necesario.
Pues cuando cumplí los 14, ya era lo que decían “un Garou hecho y derecho”.
No sucedieron muchas cosas, solo que mi padre me pegaba más duro cuando entrenábamos. Y pues… una vez, entrenando con navajas me hice la cicatriz.
Nos mudamos a un bosque en las afueras de New York (Bosque de Algoris), un gran bosque donde establecernos (por un tiempo nada más) y con mucha comida.
Yo me dedico a hacer alguno que otros trabajos para llevar dinero a “la casa”, para comprar cosas que sean necesarias.